De hoy no podía pasar, era hoy o nunca, siempre pensando que hay tiempo, pero de hoy no podía pasar. Por fin he decidido ponerme a escribir, empezar ya lo que debería haber empezado hace tiempo, porque ¿qué es la vida sin literatura? ¿y sin música? ¿y sin alguien a quien amar? ¿y sin un buen trago? ¿y sin todas esas cosas que hacen a uno amarla?... cualesquiera que sean esas cosas. Afortunadamente, a mí me gustan muchas de esas cosas que hacen sobrevivir en esta a veces tortura y a veces éxtasis que es la vida (por desgracia, más de lo primero), si no, no sé como lo soportaría... Y una de esas cosas es la literatura..., así que ya es hora de producirla yo y no esperar que otros la produzcan por mí para mi deleite y disfrute. Ya sé, ya sé que mi otra pasión es la música, pero para crear en ese campo me falta oído, mejor dicho, me falta todo, soy incapaz de distinguir nada, sólo puedo llegar a apreciar los sentimientos que me produce. Sin embargo, en el campo de las letras puedo crear mis propias historias con ridícula dignidad, decir lo que pienso o siento sin tener que esperar a que otra persona lo diga por mí para sentirme totalmente identificado con su sentimiento/pensamiento y decirme “joder, es justo lo que quería decir yo” o “ha dado en el clavo con lo que siento”. Llegó la hora de que sea yo el que tome las riendas de mi YO, de mi alma, y no dejarla en manos de poetas, dramaturgos y novelistas, y demás monstruos de la palabra. Es el tiempo de que juegue con las palabras hasta encontrar exactamente lo que tengo que decir, aunque sólo lo escuche yo, aunque el único deleitado y disfrutante sea yo. Ese día ha llegado y es... ¡hoy!
Echo de menos
Hace 3 años