Recientemente, y sobre todo después de ver el concierto de Lori Meyers en el Sonorama (a los que espero ver al final de mes en el Territorios), se me ha ocurrido la paranoica teoría de que la música alternativa española tiene su capital en Granada. ¿Cómo habrá pensado mi desquiciado cerebro en una tontería tal? ¿Cómo es posible que el arte musical contemporáneo en el pop no pase por Madrid y Barcelona, esas ciudades tan cosmopolitas y abiertas al mundo? Bueno, son las ideas de una noche festivalera con algo de alcohol y un kebab en el cuerpo (no penséis en sicotrópicos, no los necesito, mi cerebro ya los produce solo). Aun así, creo que mi teoría tiene visos de ser real, o al menos verosímil. La historia comienza cuando un grupo de granadinos, con José Ignacio Lapido a la cabeza, forman un grupo post-punk a la sombra de la influencia de The Clash. Por aquella mitad de los 80 irrumpe con su primer disco, "Cementerio de automóviles", con ese post-punk ya comentado, oscuro y más pop que rock. Poco a poco fueron marcando una época en el rock nacional con canciones potentes y unas grandes letras (como la titulada "Qué fue del siglo XX"), aspecto que no era muy frecuente en el rock patrio del momento, salvo pequeñas excepciones. Poco a poco irán evolucionando hacia el rock más convencional hasta que en 1996 dan su "Último concierto".
Antes de desaparacer 091, Antonio Arias (bajista en algunos de los discos de esta banda) forma en 1991 Lagartija Nick (punk-pop melódico), grupo que tomó el testigo del antiguo número de la policía. Es especialmente con dos de sus discos cuando se encumbran en los reyes del rock alternativo hispano: "Inercia" y "Omega", este último junto al cantaor de flamenco Enrique Morente (un maestro en su estilo), donde cantan canciones de Leonard Cohen o poemas de Federico García Lorca; primordiales ambos para cualquier discoteca básica del rock. A partir de aquí, el grupo hace algún que otro disco reseñable, aunque los dos comentados son los básicos y cúlmenes de estos vecinos de la Alhambra.
A la vez que los Lagartija Nick están llegando a la élite y cima de nuestro rock alternativo patrio, una nueva formación empieza a despuntar en la tierra del reino nazarí, sacando un ep primerizo con la genial canción "Mi hermana pequeña", son los, para mí, actuales reyes de todo lo que huela a pop alternativo nacional. Y es que la mente inquieta de J ha dado para mucho. Cualquiera de sus discos podría ser nombrado aquí, pero el último ya ha sido una "pasada" de ingenio. "La leyenda del espacio" ya remite al famoso disco de Camarón "La leyenda del tiempo" donde este pretendía revolucionar parte del flamenco (cosa que consiguió y no el triste del Pitingo ese), y es que J y sus compañeros hacen lo propio, haciendo canciones de su estilo pop de toda la vida, pero cada una con un compás diferente según el palo del flamenco que hayan elegido. Y además ambos estilos confluyen sin problemas. Hay desde alegría, taranta, soleá, bulería, etc.
Y por último, a Lori Meyers se les ocurre sacar un disco como "Cronolánea", con el que ya rematan las buenas sensaciones de los anteriores "Viaje de estudios" u "Hotel Pimodán". Todo un disco altamente recomendable para cualquier discoteca que se precie, que además llevan genialmente al directo. Y seguro que vendrán más bandas granadinas...
Si Boabdil no fue capaz de defender la ciudad ante los católicos reyes, estos herederos de la sombra de la Torre de la Vela sí que defienden el nivel musical de la preciosa ciudad del oriente andaluz.